En Dime Que Me Quieres nos llegan muchas consultas acerca del cuidado y mantenimiento de joyas y otro tipo de complementos. Sin embargo, una cosa son las piezas de metal, otra las de bisuterÃa, otra las joyas hechas de otros materiales⦠En este artÃculo que hemos elaborado te explicamos cómo cuidar y mantener perfectas tus joyas de metal. ¡Esperamos que os sea de utilidad!
Lo primero para poder saber perfectamente cómo cuidar los metales de tus joyas es que sepas que estos tienen distintos niveles de dureza. Dependiendo de en qué proporción los metales se hayan mezclado, las aleaciones dan como resultado grados de dureza y coloraciones muy distintas.
Tienes que proteger mucho la joya para que esta no roce con nada, lo cual tendrÃa como resultado arañazos y otras imperfecciones. Presta atención especialmente si el metal no está pulido del todo, ya que si la pieza se raya, volver a cómo estaba cuando la compraste nueva es prácticamente imposible, y a nivel estético se notará mucho.
A continuación, te enseñamos cómo mantener perfectamente limpias tus joyas. Sin embargo, para las imperfecciones de la joya en sÃ, prácticamente no habrÃa solución, asà que te animamos mucho a la prevención. ¡Protégelas de cualquier golpe!
Para mantener tus joyas de metal siempre limpias y brillantes, puedes usar unos trapos especiales que venden, que están untadas en un aceite diseñado especÃficamente para limpiar metales. Estas toallitas se oscurecen cuando las frotas contra las joyas, porque se produce una reacción quÃmica, no porque haya suciedad directa. Hay, pues, que seguir aplicando el aceite aunque se ponga oscuro, hasta que el metal esté reluciente.
En el caso de joyas con piedras preciosas, también puedes aplicar agua a alta temperatura y jabón neutro con un cepillo viejo. Después de aclarar el jabón, puedes dejar la pieza de metal sumergida en alcohol, y después secarla con una gamuza hasta que quede pura como el dÃa en que la compraste.
Si estás limpiando una cadena o una pieza de metal con un diseño más complicado, te aconsejamos lo siguiente para que cada parte deslumbre: aplica bicarbonato en polvo en un pañuelo, pon un poco de agua (no tanta como para que el bicarbonato se diluya) y con él limpia la cadena o pieza.
Para esmeraldas, ópalos o piedras de ese estilo, es desaconsejable que hagamos una limpieza manual casera. ¡Para algo están los profesionales! Acércate a tu joyerÃa de confianza y pÃdeles limpieza y mantenimiento. ¡No te arrepentirás!
Para cuidar de las joyas de metal, además, en los meses estivales, necesitarás unos tips extra. El perÃodo estival es uno de los más locos, con un gran desorden de horarios y una pérdida general de las rutinas y de nuestros quehaceres diarios. ¡Tenemos claro que quieres que tus joyas de metal sobrevivan lo mejor posible a las vacaciones! Aplica los métodos de lavado y mantenimiento que te hemos expuesto antes y coloca las joyas en sus envases originales si no las vas a llevar. Si no los tienes en ese momento, también puedes usar bolsas individuales de tela.
Si por desgracia tus joyas de metal han caÃdo al agua porque te olvidaste y las llevaste a la playa o a la piscina, consulta también con un profesional para que este haga una limpieza en profundidad.
Dependiendo del metal, necesitarás un plus de cuidado extra para que tu brazalete, reloj, pulsera o cadena se mantenga como el primer dÃa.
- Joyas de oro amarillo: el oro es un metal muy resistente, pero necesitará mucha atención si es una pieza antigua.
-Joyas de oro blanco: suelen estar recubiertas por una capa de rodio, que las hace parecer más resplandecientes. En verano, cuÃdalas de que entren en contacto con el sudor, en el caso de que las lleves a hacer alguna actividad fÃsica (situación que en ningún caso te recomendamos); la sal marina; y el cloro y otros productos desinfectantes de las piscinas.
-Joyas de plata: como las de oro blanco, necesitan un extra de cuidado en verano, ya que este metal puede reaccionar y cambiar mucho en cuanto entra en contacto con otras sustancias, como el sudor corporal, el salitre o la arena de la playa. Si no quieres que la plata se oxide, ¡guárdala en el joyero y no la pasees por cualquier lado!