La mujer del mes de SymetrÃas es Katherine Murray Millet, â?? conocida como Kate Millett, fue una escritora, profesora, artista y activista feminista radical estadounidense.
Millet ha sido una de las escritoras y activistas más relevantes del feminismo, que puso las bases sobre el origen del patriarcado y denunció el amor âcomo el opio de las mujeresâ.
Revolucionó su mundo proclamando que âlo personal es polÃticoâ, y cuando publicó PolÃtica sexual se convirtió en un referente para la liberación de las mujeres.
Mujer del mes de SymetrÃas: Kate Millet. Escritora, profesora, artista y activista feminista
A punto de cumplir los 83 años, Millet era escritora, cineasta, escultora y filósofa. En este tiempo, no dudó en teorizar y escribir sobre planteamientos hasta entonces nunca realizados, ni en coger una pancarta y pedir en plena calle el derecho sobre su propio cuerpo y el aborto, en declararse abolicionista, señalar el sexismo de las artes o en proclamarse bisexual a pesar de la represión y rechazo que esto le supuso.
En 1970, Kate Millet publicó PolÃtica sexual, el libro que hizo a partir de la tesis doctoral que leyó en la Universidad de Oxford de 1969. La primera tesis doctoral sobre género que se hizo en el mundo. El libro se convirtió en un best-seller que dejó a la sociedad sin aliento. En la actualidad, nos sigue dejando sin aliento, porque sus planteamientos continúan desmontando creencias de nuestro tiempo.
El patriarcado es una construcción social y cultural
Millet escribió que âla supremacÃa masculina, al igual que los demás credos polÃticos, no radica en la fuerza fÃsica, sino en la aceptación de un sistema de valores cuya Ãndole no es biológicaâ.
Con esto, puso el énfasis de la desigualdad en el concepto del patriarcado y el poder, subrayando que este sistema es el fundamento de la dominación de las mujeres por los hombres. E insiste en el carácter sexista de todas las sociedades a lo largo de la historia: el patriarcado se adapta a los diferentes contextos sociales, polÃticos y económicos.
Kate Millet denunció que en el ámbito privado se desarrollan relaciones de poder que sustentan la base del resto de estructuras de dominación del ámbito público
âLo personal es polÃticoâ
La frase que nunca se olvidará de la autora es el mismo lema que abanderó el feminismo de los años setenta: âlo personal es polÃticoâ. Y, siguiendo la lÃnea marcada por Simone de Beauvier con âmujer no se nace, se haceâ, Millet dio un paso adelante y afirmó: âEl sexo es una categorÃa social impregnada de polÃticaâ.
Con esta idea, denunció que en el ámbito privado â hasta entonces ajeno a la polÃtica â se desarrollan relaciones de poder que sustentan la base del resto de estructuras de dominación del ámbito público. También fue la idea que caló en las mujeres de su tiempo cuando empezaron a entender que las situaciones de maltrato que vivÃan no eran problemas individuales, sino que eran sociales y venÃan de una desigualdad común.
El amor es el opio de las mujeres
Millet fue una de las precursoras en revelar el amor romántico como instrumento de manipulación emocional de las mujeres.
Lidia Falcón entrevistó a Millet en 1984. Falcón preguntó â¿Qué significa para ti el amor?â, y Millet contestó con, quizás, la que sea más reveladora de sus citas: âEl amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sà sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos. Entre seres libres es otra cosaâ.
AsÃ, Millet fue una de las precursoras en denunciar el amor romántico como instrumento de manipulación emocional de las mujeres.
La familia nuclear como âunidad patriarcalâ
De la denuncia de las estructuras del amor romántico, pasó a la denuncia la jerarquÃa familiar: âEl patriarcado gravita sobre la institución de la familia. Ãsta es, a la vez, un espejo de la sociedad y un lazo de unión con ella; en otras palabras, constituye una unidad patriarcal dentro del conjunto del patriarcadoâ.
Además, Millet se proclamó bisexual y denunciaba la persecución y el maltrato que habÃa sufrido por ello, en una sociedad que rechazaba cualquier otra forma de querer que no fuese la heterosexual.
La crÃtica hacia los âdioses del conocimientoâ
Lo que ha pasado más desapercibido de su obra es que leyéndola perdemos el miedo a enfrentarnos a lo que ella denominó las âfalacias virilesâ de los grandes âdioses del conocimientoâ. Porque Millet no dudó en señalar como machistas a los grandes teóricos del momento como D.H. Lawrence, Henry Miller, Norman Mayer o Sigmund Freud.
En su obra, denunció especialmente la transmisión del patriarcado y la creación de mitos que mantienen el sexismo a través de la literatura: âLos dos mitos principales de la cultura occidental son el episodio clásico de la caja de Pandora y el relato bÃblico del pecado original. En ambos, el primitivo concepto de la malignidad femenina se ha convertido, tras una elaboración literaria, en una justificación ética de los males del mundoâ.
La escritora fue ejemplar en su lucha por los derechos de las mujeres y una guÃa para muchas generaciones âEs imprescindible que creemos un mundo más llevaderoâ
Kate Millet no fue única. Esto también nos lo ha enseñado el feminismo: no hay mujeres únicas ni especiales, pero sà fue ejemplar en su lucha por los derechos de las mujeres y una guÃa para muchas generaciones.
âTal vez una segunda ola de revolución sexual pueda finalmente lograr su objetivo de liberar a la mitad de la raza de su subordinación inmemorial â y en el proceso nos acerquemos mucho más a la humanidad -. Tal vez incluso podamos retirar el sexo del duro terreno de la polÃtica, pero para ello será imprescindible que creemos un mundo algo más llevadero que el desierto que habitamos hoyâ.